Dónde se desenvuelve la historia

Mediados del siglo XVII en Nueva Inglaterra, específicamente en Boston (Colonia de la  Bahía de Massachusetts)

En el siglo XVII en Inglaterra, la religión del estado era la Iglesia de Inglaterra, que se se había desprendido de la Iglesia Católica Romana alrededor de 200 años antes. La Iglesia de Inglaterra se había liberado de muchas prácticas católicas, como la veneración de los santos y el énfasis en las obras (hacer cosas buenas) en vez de la gracia (tener fe en que Dios te salvará), o las había reducido en gran medida, pero los puritanos creyeron que les faltaba bastante. 

Los puritanos eran una secta de cristianos protestantes influenciados por el Calvinismo. Creían en la idea de que la salvación está predestinada. Más te vale esperar que seas uno de los afortunados porque no hay nada que puedas hacer para salvarte, ni siquiera ir a la iglesia todo el tiempo. ¿Cómo sabes si te salvaste? Bueno, en realidad, te gusta mucho ir a la iglesia. El comportamiento religioso (y el éxito mundano) fue producto de la salvación, pero también prueba de esto. Dado que a las comunidades puritanas les interesaba mucho la pureza (¡no me digas!), los pecados eran erradicados y castigados con severidad. 

Por desgracia para ellos, la Iglesia de Inglaterra era básicamente obligatoria. Tenías que concurrir, por lo menos, un par de veces al año y te podían perseguir mucho por practicar creencias distintas. Entonces, ¿qué podía hacer un puritano? Como era lógico, emprender un peligroso viaje en barco, de muchas semanas de duración, para establecerse en una tierra salvaje y bárbara (para ellos) —en esencia, era como ir a vivir a la Luna— y poder erradicar el pecado en paz. 

Así es la ambientación de La Letra Escarlata. Es una comunicada pensada específicamente para ser puro desde el punto de vista religioso, lo cual significa ser rígido en un sentido secular. En el primer capítulo, nos dan un pequeño recorrido por los edificios y las estructuras más importantes del pueblo: la cárcel y el patíbulo. La ley y la religión forman el corazón del lugar.

En el Bosque

Pero no todo es puertas pesadas de roble y tachones de hierro. Por más cárceles que construyan, la Bahía de la Colonia de Massachusetts está rodeada de un gran extensión de bosque y océano. La colonia es como una isla en medio de un territorio yermo, y el sentido de lo desconocido y lo inexplorado es tangible. 

La naturaleza (representada por este océano y este territorio yermo) es mucho mayor que la civilización (representada por el pueblo). Los colonos están en la frontera, dejaron el Viejo Mundo de Inglaterra por el Nuevo. Y siempre se percibe que, mientras que dentro del pueblo impera el orden público, afuera reina lo desconocido: brujerías, medicamentos elaborados por los indígenas, relaciones adúlteras y —posiblemente— algunas nuevas y mejores formas de vida.