El señor y la señora Adams
El señor Adams es la primera persona que elige el papelito en la lotería, lo cual tiene sentido si se sigue un orden alfabético, pero no exageraríamos si dijéramos que también es porque el señor Adams es el Primer Hombre ("Adam" significa "Adán" en español). Sí, La lotería está llena de pequeñas referencias a la tradición cristiana, que estamos siempre pendientes de captar (consulta el apartado de la familia Delacroix en "Análisis del personaje" y "El taburete" en "Símbolos, imágenes y alegoría"). Recuerda que Adán (y la señora de Adán, es decir, Eva) provocan la caída de la humanidad en el Génesis de la Biblia.
Adán y Eva representan el puente entre ese primer estado de gracia y la posterior intrusión del conocimiento. En esta historia, puedes interpretar el "primer estado de gracia" como la naturaleza humana sin límites, que emerge en el texto como la "libertad" de los niños en el verano y el primitivismo al que le teme el viejo Warner. El estado de conocimiento es visto en esta historia como civilización, y hasta la agricultura cacareada de Warner (recuerda, una de las atracciones del Jardín del Edén era que la comida crecía profusamente sin ser manipulada por el hombre).
No queremos ser demasiados pomposos con esto, pero es interesante que sea la familia Adams la que plantea la renuncia total de la lotería. Quizá sea un comentario de paso sobre el rol mítico de Adán y Eva en el avance de la "civilización", un acto que tiene un significado algo ambiguo en la obra de Jackson. Por una parte, la lotería es claramente abominable (la familia de Tess Hutchinson y los vecinos vienen todos juntos a matarla a pedradas), pero Jackson no parece tener una concepción positiva de la naturaleza humana en sus formas esenciales. Quizá más "civilización" habría significado más hipocresía, además de disfrazar la propensión de los humanos a matarse entre sí. Para más información acerca de la naturaleza de la lotería, consulta "Símbolos, imágenes y alegoría".