Ginebra de la Victoria, Cigarrillos de la Victoria
Descontento con su vida, Winston recurre a la bebida y a los cigarros como un medio de escape y automedicación. Bebe ginebra para paliar su paranoia, como la vez que le da varios tragos antes de ponerse a escribir en su diario. Fuma cigarrillos por una razón similar: relajarse. Estos hábitos dañinos ayudan a Winston a mantener sus dudas y su paranoia a raya.
Sí, tienes razón, eso no suena nada mal, pero en realidad no es tan sencillo. Una vez más, la ironía asoma la cabeza. Los "vicios" de Winston no son decisiones personales, ni pequeños actos guiados por la individualidad o la rebeldía; estos le han sido asignados, lo que de alguna forma contraviene el propósito de los mismos. En un episodio de los Simpson, Marge le dice a Bart que no puede comer las verduras hasta no terminar la nieve. ¿El resultado? La nieve deja de parecerle tan apetecible. En este caso ocurre lo mismo.