Resumen de Fahrenheit 451
Cómo se desenvuelve la historia
La novela inicia con Guy Montag, un "bombero" de una sociedad futurista en la que él y sus compañeros de trabajo provocan incendios en lugar de apagarlos. Los libros están prohibidos, se queman apenas se descubren, y Montag no siente ningún cargo de conciencia con respecto a su responsabilidad. ¿A quién no le encantaría que le pagaran por prender fuego a diestra y siniestra?
Sin embargo, su vida cambia cuando conoce a Clarisse McClellan, una muchacha bohemia de diecisiete años que resulta ser vecina suya. Es muy habladora, lo introduce al mundo de la naturaleza, a las gotas de rocío y a no ser el títere de nadie.
Tras su primer encuentro, Montag regresa a casa y halla a su esposa tendida en la cama con una sobredosis de pastillas para dormir. Pide ayuda, pero en lugar de doctores vienen plomeros. Le dicen que ese tipo de incidentes ocurre todo el tiempo, y proceden a hacerle un lavado de estómago. A la mañana siguiente, su esposa (Mildred) no recuerda nada y está feliz como una perdiz.
Cuando más habla con Clarisse, más descontento se siente Montag con su vida. Empieza a preguntarse si los libros no son tan malos como se dice e incluso llega a robar uno de una casa que él quema hasta reducirla a cenizas. Entretanto, Clarisse desaparece (probablemente esté muerta), y su jefe, el capitán Beatty, empieza a sospechar. Lo sermonea sobre el peligro que representan los libros y le explica el origen de su profesión. Lejos de sentirse rejuvenecido, Montag se siente más rebelde que nunca. Se pasa las tarde con su esposa, leyendo un alijo secreto de libros que ha estado almacenando y llega a la conclusión de que necesita un profesor. Consigue una Biblia e intenta memorizar algunas partes.
Al final decide pedir ayuda a un antiguo profesor llamado Faber, a quien conoce un día en el parque. Al principio, Faber es reacio a aceptar su propuesta, pero finalmente accede a trabajar con Montag en contra de los bomberos. Faber le proporciona un auricular para radio de dos vías y lo manda a la aventura. Esa misma noche, Montag pierde los estribos y lee en voz alta un poema prohibido a las amigas de su esposa. No resultó ser una gran idea.
Esa noche, en la estación de bomberos, Beatty provoca a Montag citando pasajes contradictorios de los mismos libros. Oh-Oh! Él intenta demostrar que la literatura es confusa y problemática. Luego lleva a Montag donde hay una alarma de incendios: en la casa del propio Montag. La llamada vino de su esposa, quien huye de la escena antes de que lleguen. Traidora. Montag cumple las órdenes y prende fuego a su propia casa, luego quema vivo a Beatty junto con el escalofriante Sabueso Mecánico que enviaron tras él.
Convertido en fugitivo, Montag se dirige a la casa de Faber, desde donde observa su propia persecución en la televisión. Ambos planean reunirse más tarde en un lugar más seguro, ya que la ciudad es ahora una zona prohibida para ellos. Montag huye al río que se halla en los límites de la ciudad, y en su lugar muere un incauto peatón elegido al azar (las autoridades necesitaban un final feliz para la persecución que estaban transmitiendo por televisión).
Montag alardea en el río y reflexiona sobre la vida por aproximadamente cuatro párrafos antes de encontrarse con un una serie de individuos en el bosque que resultan ser antiguos profesores, Deadheads y demás intelectuales. El mandamás, Granger, explica la situación: dado que los libros están prohibidos, cada uno ha memorizado un texto. Montag quiere colaborar con las partes de la Biblia que intentó memorizar antes, pero la cabeza todavía le da vueltas.
Luego, la ciudad es bombardeada por un país enemigo. Muere todo el mundo excepto Montag y estos pobladores del bosque interesados en libros. Deciden reconstruir la sociedad entre todos, y Montag recuerda un pasaje muy relevante del (Libro del Eclesiastés) sobre un tiempo para sembrar, un tiempo para cosechar y el árbol de la vida.
¿Ves lo que ocurre si no lees?