Resumen de La biblioteca de Babel
Cómo se desenvuelve la historia
El universo, también conocido como Biblioteca, se compone de una serie de galerías hexagonales idénticas. Cada galería tiene cuatro paredes llenas de libros, dos gabinetes minúsculos para dormir e ir al baño, y un zaguán que conduce a otra galería. En el zaguán se halla una escalera en espiral que conecta con los niveles inferiores y superiores, y un espejo que el narrador considera un símbolo de la naturaleza infinita de la Biblioteca.
El narrador dedicó su juventud a la búsqueda de un libro. Ahora es un anciano y se prepara para morir. Cuando llegue su hora, alguien tirará su cuerpo por una baranda, y su caída será eterna.
En cada una de las paredes de la galería hay cinco anaqueles; cada anaquel contiene 32 libros; cada libro tiene 410 páginas; cada página, 40 renglones; cada renglón, unos 80 caracteres. El dorso de cada libro muestra un título, pero este no está relacionado con el contenido de la obra.
El narrador nos cuenta que la Biblioteca se basa en dos principios fundamentales: existe desde la eternidad (lo que significa que debió ser creada por un dios), y en los libros se usan 25 símbolos ortográficos. Este segundo punto, junto con una nota a pie de página escrita más tarde por un editor, nos aclara que nosotros, como lectores, no pertenecemos al universo de la Biblioteca, ya que nuestro mundo se compone de más de 25 caracteres.
La mayoría de los libros de la Biblioteca están plagados de incoherencias. Los habitantes de la Biblioteca solían tener muchas teorías que intentaban explicar este misterio: tal vez los libros estuvieran escritos en lenguas desconocidas, o incluso en código. Sin embargo, hace quinientos años, un hombre sabio logró descubrir el secreto. Concluyó que dado que no hay dos libros iguales, la Biblioteca es total; es decir, que contiene todas las combinaciones posibles de los 25 símbolos ortográficos. Eso significa que en todos esos tomos de 410 páginas, la Biblioteca alberga todo lo que puede ser expresado por escrito, en todos los idiomas posibles.
Al principio, este gran descubrimiento se recibió con optimismo y felicidad. Los hombres que habitaban la Biblioteca dedujeron que la verdad estaba ahí, escondida en las páginas de algún tomo, y tan solo tenían que buscarla. Todos se propusieron encontrar sus "Vindicaciones", libros que narran la historia de tu vida e incluso revelan tu futuro. Al no ver cumplido su objetivo, muchos acabaron matándose entre ellos o enloqueciendo. Otros esperaban dar con un libro que explicara el origen de la Biblioteca y de la humanidad, y establecieron un grupo oficial de "inquisidores" para este fin. Sin embargo, tras siglos de búsqueda improductiva, ya nadie espera descubrir nada.
El optimismo inicial dio paso a la desesperación, ya que perdieron las esperanzas de encontrar algo valioso en la Biblioteca. Algunos sugirieron que tendrían más suerte si mezclaban los distintos símbolos y creaban sus propios textos sagrados. Otros, los Purificadores, creyeron que lo más sensato sería destruir todas las obras inútiles, pero dada la inmensidad de la Biblioteca, las consecuencias de sus actos fueron prácticamente imperceptibles.
El narrador también habla sobre una teoría fraguada en aquel tiempo acerca de una figura divina conocida como el Hombre del Libro. Se creía que en alguno de los anaqueles había un libro capaz de explicar todos los demás, un "libro total", y que algún bibliotecario debía haberlo leído. De ser así, esa persona habría adquirido los poderes de un dios. El narrador está seguro de que esa obra existe y espera que algún hombre haya tenido la oportunidad de leerlo.
A pesar del aparente desorden de la Biblioteca, el narrador rechaza la idea de que algunos de los libros carezcan de sentido. Asegura que no hay ninguna combinación de letras que no signifique algo en alguna de las lenguas o códigos que encierra la Biblioteca. De hecho, es posible que las palabras escritas por él, que probablemente existan ya en la Biblioteca, guarden significados secretos que desconocemos. ¿Estamos seguros de entender la lengua en la que se comunica con nosotros?
En su opinión, la raza humana está al borde de la extinción, pero está seguro de que la Biblioteca perdurará por siempre. Hacia el final, explica por qué la considera infinita, a pesar de contener un número finito de libros. Su solución al problema radica en la periodicidad de la misma, en la repetición: si comienzas a caminar en línea recta hacia cualquier dirección, verás que con el tiempo te irás encontrando con los mismos libros. La repetición del desorden de la Biblioteca crea un orden: el Orden del universo. Esta creencia en un universo ordenado y elegante le da esperanza.
En la última nota a pie de página, el narrador plasma la opinión de Letizia Álvarez de Toledo, quien rechaza la utilidad de la vasta Biblioteca. Según ella, todo ese conocimiento podría contenerse en un solo volumen que constara de un número infinito de páginas infinitamente delgadas. Cada página se puede dividir en dos. La incomprensible hoja de en medio no tendría revés.