Alaska, África, el Oeste estadounidense
Muerte de un Viajante ocurre principalmente en el confinado espacio de la casa de los Loman. Este escenario reducido (y a medida que pasa la obra, más reducido aún) contrasta con la vastedad del Oeste americano, Alaska y África. Si la casa de los Loman simboliza la restricción tanto física como mental, las locaciones lejanas simbolizan un escape, libertad y posibilidad de una vida mejor. Mientras que Willy insiste en que Nueva York es una tierra de oportunidades y éxito continuo, la idealización de las aventuras por tierras lejanas de su hermano Ben muestra que en realidad no está muy convencido de que Nueva York sea el lugar donde querría vivir. Además, Biff, Happy y Ben varias veces sugieren que los Loman son más afines al trabajo físico y con las manos, una afirmación apoyada por el constante fracaso que tienen como vendedores. La obsesión de Willy por tierras lejanas comprueba que quizá prefiera una vida muy distinta de la que tiene.