Lady Capuleto
Como muchas madres de adolescentes, Lady Capuleto y su hija, tienen una relación tormentosa. Las interacciones entre Lady Capuleto y Julieta son tensas y distantes. Lady Capuleto hace un esfuerzo para acercarse y entender a su hija ahora que está en edad de casarse. Pero Julieta siente más confianza con su nodriza, es obvio que Lady Capuleto jamás podrá siquiera acercarse a la relación que ellas dos tienen.
Como resultado, Lady Capuleto no es una buena madre. La gran pregunta es ¿por qué? ¿Por qué no es cercana a su hija? ¿Por qué no la apoya cuando Julieta la necesita? Cuando la chica requiere del apoyo materno, Lady Capuleto la ignora fríamente y no la ayuda a evadir la boda con Paris. Después del zafarrancho de Lord Capuleto, Julieta va hacia su madre en busca de consuelo por el castigo de su padre. Julieta le ruega que, al menos, retrase la boda. La respuesta de Lady Capuleto es la siguiente: “no te dirijas a mí, pues no responderé una palabra. Haz lo que quieras, todo ha concluido entre las dos” (3.5.15). Demasiado fría ¿Por qué?
Puede haber dos razones diferentes. Parece probable que Lady Capuleto haya tenido un matrimonio arreglado con el padre de Julieta y lo haya aceptado obedientemente. Cuando Julieta se rebela en contra del matrimonio planeado con Paris, se rebela en contra de la forma de vida de su madre y en contra del sufrimiento que vive Lady Capuleto por este tipo de matrimonios arreglados. Si Lord Capuleto es un esposo abusivo, eso le da razones a Lady Capuleto para negarse a desafiar sus deseos, aunque su hija sufra por ello. También, en los días de Shakespeare, las mujeres tenían que obedecer a sus maridos. Debemos mencionar que algunas interpretaciones modernas, más vanguardistas de la obra, nos sugieren que Lady Capuleto tiene algunas aventuras, o al menos participa activamente en una. Nos imaginamos que estas versiones, toman en cuenta las constantes alabanzas que hace Lady Capuleto de las virtudes viriles de Paris (1.3.9) y su excesivo dolor por la muerte de Teobaldo (3.5.7).