Una rosa para Emily
Una rosa para Emily
En pocas palabras
"Una rosa para Emily" fue el primer cuento del autor Americano William Faulkner que fue publicado en una revista nacional (Forum, Abril 30, 1930). Después, en 1931, fue publicado en una colección llamada These 13 y se convirtió en uno de los cuentos americanos más antologizados de todos los tiempos. Por cierto, si te encuentras con una copia de These 13, quizás puedas obtener una cantidad de dinero interesante por su venta en el sitio de internet eBay.
Faulkner tenía sentimientos encontrados acerca del concepto de cuento como una obra de ficción. Por un lado, Faulkner se refiere a su cuento como "prostitución." Pero, también dice esto:
Sí señor. Puede ser más descuidado, usted puede poner más basura en "una novela" y ser excusado por ello. En una breve historia que está al lado del poema, cada palabra tiene que ser exactamente casi correcta. En la novela se puede ser descuidado, pero en el cuento no se puede. Me refiero con esto a los buenos cuentos como los que escribió Chéjov. Es por eso que yo lo clasificaría como segundo, es porque exige una exactitud más cercana y absoluta. Usted tiene menos oportunidad para ser desaliñado y descuidado. Hay menos espacio para la basura. (traducido por esta fuente)
Bueno, debido a su intricada historia y ritmo mañoso, no existe desperdicio en "Una rosa para Emily," una cosa fascinante acerca de esta pequeña obra de arte de horror es su apertura y flexibilidad. Las posibilidades de interpretación son infinitas, e inspira varias interpretaciones creativas, en parte por su estilo poco convencional. Esta historia tiene algo para cada persona.
¿Y a mí qué?
Ch-ch-ch-ch-changes! Turn and face the strange—Oh, hola. Discúlpanos por eso. Solamente estamos cantando las canciones de David Bowie que suenan en nuestro tocadiscos. Te preguntas, ¿quién es David Bowie? ¿Qué es un tocadiscos?
Está bien, entendemos. Algunas veces tratamos de ser modernos, pero también es agradable visitar el pasado. Podemos sacar los discos de David Bowie, o incluso colocar la película en nuestro antiguo aparato de reproducción. ¿Conoces Labyrinth? Esa película en la que David Bowie representa al Rey de los duendes. Oh verdad, eso fue en el año 1986.
Bueno, podemos aceptar eso. Realmente: las cosas pueden cambiar, se inventaron los iPods y la música evoluciona. En Shmoop sabemos que el pasado es un lugar muy divertido para visitar, pero no queremos vivir ahí. Aun así, eso no es algo fácil de hacer. Piensa al respecto: ¿qué cosas del pasado extrañas? Quizás un novio o novia del pasado. Quizás la casa donde creciste. Quizás sea tomarte un jugo, galletas, y una siesta en la escuela. El punto es, que es comprensible extrañar lo que dejamos atrás. Después de todo, esas son las cosas que han contribuido a formar la persona que eres hoy en día.
Pero el tiempo se mueve para todos nosotros, y si no podemos aceptar esta idea, pueden pasar cosas malas. Y eso, amigos de Shmoop, es lo que nos dice "Una rosa para Emily." El tiempo ha pasado a través de Emily. La que fue su magnífica casa se está cayendo a pedazos. Su familia, que una vez fue respetable, ha descendido en la escala social. Lo peor, todas las personas que amaba la han abandonado (o al menos han tratado).
Parece que Faulkner quiere dejar algo en claro: el cambio puede ser atemorizante, pero rechazar el cambio puede ser incluso más aterrador. Si no aceptas el hecho de que el tiempo está pasando, podrías también estar compartiendo tu cama con un muerto.
Bueno, quizás eso sea un poco exagerado. Pero de eso se trata la ficción, ¿verdad? Exagerar la realidad para enseñar una lección valiosa en la vida. Justamente como dice nuestro amigo Bowie, tenemos que "voltearnos para enfrentar lo extraño," no correr para alejarnos. Entonces después de leer la historia, apresúrate a escuchar su canción en tu iPod, si la escuchas en un disco de vinil ganas puntos adicionales.
Frase Clave
"Así pues, la señorita Emily venció a los regidores que fueron a visitarla del mismo modo que treinta años antes había vencido a los padres de los mismos regidores, en aquel asunto del olor." (2.1)