Rosaura de la Garza
Rosaura, Rosaura, Rosaura. ¿Qué es, con exactitud, lo que debemos sentir por esta mujer? ¿Compasión? ¿Repulsión? ¿Vergüenza? ¿Ira? ¿Injusticia? Sea lo que sea que tú o todos nosotros sintamos, queda bastante claro que la vida de esta chica no es necesariamente un paseo por la hacienda.
Ante todo, el chico con el que está casada está perdidamente enamorado de su hermanita menor. Después, ella fue ofrecida en matrimonio como si fuese un trozo de carne. Además, no puede amamantar y su primer bebé muere. ¡Uf! A diferencia de Mamá E., ella no es agresiva, pero, sin duda, alberga resentimiento, en especial hacia Tita:
Que [Pedro] se busque una cualquiera como tú para sus cochinadas, pero eso sí, en esta casa, yo voy a seguir siendo la esposa. (11. 737)
¡Ay! Pero, ¿podemos realmente culparla? ¿Te sentirías cómoda si tu hermana estuviese viéndose a escondidas con tu pareja? Es probable que no.
Justo cuando Rosaura está acercándose peligrosamente al borde de la locura (quiere que su hija Esperanza tenga todo servido y le pone todo en bandeja), muere con sus "labios morados, cuerpo desinflado, ojos desencajados, mirada perdida, que daba su último suspiro." (12.810).
¿Alguna otra persona suspiró de alivio?