Divina Flor
Una niña indefensa contra el destino y Santiago Nasar
Si quieres saber cómo es que el pueblo desea que las niñas crezcan, observa a Divina Flor. A pesar de que su mamá lo detesta tanto que es cómplice de su asesinato, a Divina Flor le gusta Santiago. Ella sabe que él la violaría si pudiese y aun así, siente pena por él. ¿Cómo puede ser?
Bueno, ella fue educada creyendo que no tiene libre albedrío.
Divina Flor, que era la hija de un marido más reciente, se sabía destinada a la cama furtiva de Santiago Nasar, y esa idea le causaba una ansiedad prematura. "No ha vuelto a nacer otro hombre como ese", me dijo, gorda y mustia, y rodeada por los hijos de otros amores. (1.15)
El destino. ¿Leíste eso? Divina Flor creyó que fue el destino el que hizo que Santiago le quitase la virginidad. Es obvio que no es cierto, pero ¿por qué cree eso?
Porque ella era una niña y las niñas no pueden hacer nada mientras que los hombres pueden hacer lo que quieren. Se sentía tan indefensa que ni siquiera pudo advertir a Santiago:
En cambio ella no lo previno porque entonces no era más que una niña asustada, incapaz de una decisión propia, y se había asustado mucho más cuando él la agarró por la muñeca con una mano que sintió helada y pétrea, como una mano de muerto. (1.20)
¿Qué tan indefensa tienes que sentirte para no advertirle a alguien que está a punto de ser asesinado?
Cuando vemos a Divina Flor después del incidente, está gorda, venida a menos y piensa en Santiago Nasal con nostalgia. Una mujer totalmente opuesta a aquella en la que se convirtió Ángela Vicario. Ángela comprendió que la sociedad quería que las mujeres fueran débiles. De no haber sido así, habría acabado igual que Divina Flor: triste, vieja y sola.