Ratones
Los ratones representan las falsas esperanzas de Lennie de tener un espacio seguro. El título indica que los ratones son importantes, pero el primer ratón que aparece está muerto. De hecho, es un ratón muerto que Lennie se guarda en el pantalón para acariciarlo. Este es un indicio importante: a Lennie no le importa mucho la muerte, le preocupa más su propia comodidad. Si tenemos esto en cuenta, la muerte de Lennie no resulta tan desagradable. Él estará más cómodo si lo mata su querido amigo que si Curley lo asesina de una forma violenta o si termina encerrado en un manicomio.
Los ratones son una fuente de consuelo para Lennie ya que los relaciona con su tía Clara. De hecho, es todo lo que él recuerda de ella. Pero además de este tierno recuerdo, los ratones nos dejan bien en claro que Lennie daña todo lo que ama. Le gusta acariciar cosas suaves, lo que lo lleva a matar ratones, a su cachorro y a la esposa de Curley. Por lo tanto, la felicidad de Lennie tiende a terminar en sufrimiento. Al igual que Lennie, los ratones sufren porque son pequeños: la pequeñez física de un ratón lo torna vulnerable mientras que la vulnerabilidad de Lennie es su pequeñez mental.
Por último, volviendo al título del libro, los ratones, al igual que los hombres, sufren la aleatoriedad del destino. Como dice el poema de Burns, tanto ratones como hombres son víctimas del posible fracaso de sus mejores planes. Desde la criatura más grande hasta la más pequeña, desde el hombre más importante al menos importante, el destino no discrimina al disponer una suerte cruel. Entonces, en el fondo, Lennie es, a su manera, muy similar a un ratón. Terminó muerto por su vulnerabilidad, a pesar de su inocencia.