Dios

Dios es la salvación de Celie la mayor parte del libro; la única forma que tiene para mantener cierta cordura es comunicándose con Dios a través de cartas. En la mitad del libro, en una discusión con Shug, Celie confiesa que ve a Dios como un hombre blanco y con barba. Celie tiene serios problemas con los hombres, ahora también tiene algunos problemas con Dios. A medida que avanza el libro, y con la ayuda de Shug, Celie se da cuenta de que Dios no tiene género ni raza. Dios no es hombre ni es blanco. Por un tiempo, Celie se aparta de Dios, prefiere escribirle a Nettie. Sin embargo, vuelve a escribir a Dios su última carta. Ahora observamos que la noción que Celie tiene de Dios ha cambiado radicalmente. La última carta de Celie está dirigida a “Querido Dios. Queridas estrellas, querido árbol, querido cielo, querida gente. Querido todo. Querido Dios”. Celie no solo ve a Dios en la naturaleza, sino en todo, incluso el prójimo.