Avena asquerosa
Sí: la comida menos apetitosa en Jane Eyre es también uno de sus símbolos más poderosos.
Desearíamos poder escribir acerca de una hamburguesa con queso y tocino.
Hay dos momentos importantes relacionados con la (verdaderamente asquerosa) avena en la vida de Jane. El primero ocurre en Lowood, cuando Jane llega y le sirven, tanto ella como a las otras niñas, avena quemada de desayuno. Es tan asquerosa que nadie la puede comer y la señorita Temple termina dándole a las niñas una comida extra durante el día para reemplazar la que perdieron, lo cual enfurece al sr. Brocklehurst.
El Segundo es durante el periodo que tiene Jane de vagabunda deambulante, cuando una mujer y una niña pequeña que cuidaban de un cerdo le dan a Jane un plato con avena fría, dura y congelada que el cerdo no quería comer. Y los cerdos comen todo.
Entonces, ¿qué simboliza? Bueno, básicamente, un nivel de humildad y sometimiento que nunca nadie llegaría a tener naturalmente. El sr. Brocklehurst piensa que si a las niñas se les sirve avena, ellas deben ya sea 1) comérsela y estar agradecidas de todas formas y "mortificar la carne" o 2) pasar hambre y utilizar esa oportunidad para "mortificar la carne". (A él le encanta lo de mortificar la carne).
Sin embargo, podemos afirmar que él nunca ha perdido una comida en su vida, y que cualquiera es estas opciones es un cruel sacrificio y no una real oportunidad de crecimiento espiritual. Cuando Jane es forzada a comer la avena congelada y estar agradecida por eso más adelante en la novela, nos damos cuenta de que la han puesto en ese mismo nivel bajo que solo alguien como el sr. Brocklehurst (¡o la sra. Reed!) desearía que ocupara.
Se supone que deberíamos sentirnos alarmadísimos por eso, por supuesto. Porque el lector sabe (incluso si nadie más lo hace) que Jane Eyre es una súper heroína y que un mundo justo la vería comiendo.