Sally
Lo más notable de Sally es que es una mujer fatal. Es la chica linda de la que todos los chicos hablan el vestuario. Tiene los ojos de Cleopatra y usa medias de nylon y sensuales zapatos negros; algo que la mamá de Esperanza considera "peligroso" (32.4). De hecho, su padre dice que ser tan hermosa es "una aflicción" (32.2).
Y con un padre como el de Sally, ser bonita es una aflicción. De hecho, más que un problema, un riesgo para su vida. Cada vez que su padre la descubre mirando de reojo a un chico, la golpea. ¿Por qué haría algo tan cruel, irracional y, permítannos agregar, contraproducente (lo único que logra es que Sally recurra al sexo para tratar de escapar de él) después de todo? Bueno, si tuviéramos que psicoanalizar al padre de Sally en base a la escasa información que nos da el texto, diríamos que es estrictamente religioso y que siente que sus hermanas avergonzaron a su familia al escapar de su casa. Entonces la explicación (pero no la excusa) de su comportamiento violento y misógino es que es un producto tanto de su experiencia cultural como personal.
La razón por la que Sally es tan importante en el libro es porque actúa como complemento de Esperanza. Échale un vistazo a nuestro análisis de su relación en la sección "Character Roles" para tener más detalles.
El matrimonio de Sally con un guapo vendedor con problemas de ira y grandes problemas de celos es un momento muy triste en la novela. Parece un gran desperdicio, y nos preocupa que las difíciles circunstancias de vida en Mango Street puedan llevar a nuestra heroína, Esperanza, a tener un destino similar.