Celie

Celie como víctima

Al comienzo del libro, Celie es una víctima por completo: su padre la viola repetidas veces, le quitan a sus hijos, la venden en matrimonio a un hombre como sirvienta, no como esposa. La única persona a quien quiere, y la única persona que la quiere, es su hermana Nettie. Y luego también son separadas.

De hecho, la novela comienza como resultado de sus problemas; su padre le dice que ella no puede contar a nadie acerca de las continuas violaciones; al menos, a nadie salvo Dios. Entonces Celie va y le confiesa a Dios sus penurias. Por mucho tiempo, Dios es el único con quien Celie habla, ya que está aislada física y emocionalmente de los otros personajes del libro.

Durante la mayoría de la novela, Celie es del todo pasiva. Después, conoce a otras mujeres que le dicen que tiene que levantarse y luchar, pero Celie siente que es mejor sobrevivir que luchar y arriesgarse a morir. Sin embargo, hay ciertos acontecimientos que la llevan a levantarse. Celie demuestra que está dispuesta a pelear por la gente que quiere. A pesar de que es una víctima oprimida por su padre, Celie se sacrifica y se le ofrece con tal de dejar en paz a Nettie. Aunque de modo más discreto, Celie también pelea por Shug. Cuando el padre del Sr.__ critica a Shug, Celie se rebela en silencio escupiéndole el agua que luego el hombre tomaría. Si hay algo que irrita a Celie es cuando maltratan la gente que ella quiere.

Eventualmente, Celie deja atrás el maltrato que recibió. Aunque el Sr.__ abusa de ella desde hace años, Celie no encuentra las fuerzas suficientes para hacer algo hasta que se entera de que él intencionalmente ha estado separándola de Nettie durante décadas. Este abuso emocional también se aplica a Nettie. Al fin, Celie se da cuenta de que puede dejar Sr.__ y lo hace.

Celie y el amor

Debido a los años de maltrato y aislamiento, Celie pasa una buena parte de la novela emocionalmente cerrada. Está cerrada no solo porque necesita con desesperación a alguien que la ame, sino porque necesita a alguien a quien amar. Está atrapada en un espantoso matrimonio en el que su esposo la considera una sirvienta que no merece amor y sus hijastros son malos. Pero, finalmente, alguien le demuestra cariño: Shug Avery.

Shug es mala. Incluso Celie lo admite, pero Shug es alguien para querer. Con gentileza y cariño, Celie cuida de Shug Avery hasta que se cura. A medida que Celie se abre al fin al amor, se va haciendo más adorable. Como la conclusión a la que llegan el Sr.__ y la propia Celie en una conversación: cuando comienzas a querer a la gente, "la gente comienza a quererte."

Pues, Shug quiere a Celie también. A través del amor de Shug, Celie comienza a darse cuenta de que vale, lo que incrementa su posibilidad de amar a otras personas. Al finalizar la novela, Celie ama a más personas que nunca. Cuando Nettie por fin regresa a casa, Celie le presenta a Albert (Sr.__) y a Shug como "su gente", esencialmente la familia que ama.