Sr.
El Sr.__ (o Albert, como ocasionalmente lo llaman) puede ser un imbécil la mayor parte del libro, pero, al menos, cambia. El Sr.__ es uno de los únicos hombres en esta novela capaz de reflexión y crecimiento personal. Al final del libro, él y Celie terminan, en realidad, siendo buenos amigos.
Sus ganas de madurar surgen porque Celie lo abandona. Cuando ella se une a Shug en Memphis, al Sr.__ le toca enfrentar los hechos: su esposa lo dejó por su amante y su amante prefiere irse con su esposa: es un fracasado. Pero, en vez de hacer lo esperado (ser aún más perverso), el Sr.__ se da cuenta de que la maldad "lo está matando". Entonces trata de compensar todo el daño que le ha hecho a Celie, dándole todas las cartas de Nettie que había estado escondiendo. Hacer lo correcto transforma al Sr.__ en el tipo de persona que, de hecho, Celie quiere tener cerca.
La parte de la transformación del Sr.__ tiene un aspecto muy interesante: el personaje toma características que, tradicionalmente, son consideradas "femeninas". El Sr.__ es sexista la mayor parte del libro, ve a las mujeres como estúpidas que necesitan ser golpeadas y vigiladas todo el tiempo por un hombre y que solo son útiles como objetos sexuales o para trabajar en la casa. El Sr.__ le enseñó estos valores a su hijo, Harpo, burlándose de él por no pegarle a Sofía e imponer su dominio. Sin embargo, el Sr.__ se vuelve bueno y encuentra interés en actividades típicamente femeninas. Al final, al Sr.__ le gusta cocinar, por ejemplo, y mantiene limpia la casa luego de que Celie lo abandona. De hecho, disfruta sentarse en el porche para cocer con Celie.
Mucha gente ha criticado a Alice Walker, diciendo que representa a todos los hombres de forma muy negativa. Sin embargo, para decir eso, habría que tener presente al Sr.__/Albert, quien claramente termina siendo un hombre decente.