Cerraduras y llaves
Así que, sabemos que hay mucha criminalidad en nuestra novela (visita a la sección "Themes: Criminality"), y donde quiera que hay crímenes hay criminales; y donde quiera que hay criminales, hay cárceles; y donde quiera que hay cárceles, hay cerraduras. Donde quiera que hay cerraduras, hay llaves.
Nos dan un recorrido por la cárcel de Newgate en Londres y vemos el lugar en donde tienen a los prisioneros. Inmediatamente después de este encuentro, Estella llega al pueblo y Pip se asombra del gran contraste que se forma del mundo de la cárcel. Pero consideramos a Estella como una guardia de prisiones o al menos como una guardiana. ¿Recuerdas cuando Pip era pequeño, y Estella siempre lo dejaba entrar y salir de la puerta principal de la señorita Havisham? En ese entonces, ella también guardaba las llaves. Conforme van creciendo, Estella mantiene las llaves que llevan a su corazón (a pesar de negar tener cosa semejante) alejadas de todos.
Las cerraduras y llaves nos hacen pensar tanto en cosas secretas y escondidas como en cosas inaccesibles. Y qué tal suerte: estamos expuestos a una tonelada de misterios en esta novela, y la clase alta (como piensa Pip) es totalmente inaccesible para él. Las cerraduras y las llaves enfatizan tanto la inmovilidad social (visita "Themes: Society and Class") como los secretos que se encuentran en el corazón de esta novela.