Niebla

La niebla es buena para (1) mojar las cosas y (2) hacer que sea muy difícil ver las cosas, así que no nos sorprende que esté presente cuando Pip conoce al convicto en el cementerio, cuando Pip se va del pueblo, cuando Orlick intenta matar a Pip, y cuando Pip y Estella se reúnen nuevamente al final (el editado) de la novela.

Pero se trata de Dickens, así que sabes que no puede ser tan simple. Veamos el momento específico: luego del funeral de la sra. Joe, Pip le promete a Biddy que regresará, pero ella no le cree. Esto hiere a Pip profundamente y levanta la mirada a la niebla en busca de ayuda y del camino a seguir: "once more, the mists were rising as I walked away. If they disclosed to me, as I suspect they did, that I should never come back, and that Biddy was quite right, all I can say is—they were quite right, too" (35.61).

En este momento, Pip usa la niebla como la bola 8 mágica. Ella revela la verdad en lugar de oscurecerla. Crea el ambiente, pero también lleva a Pip a su pueblo natal y a su infancia, recordándole que nunca va a poder escapar de haber sido siempre un niño que trabajaba.