José Arcadio Segundo
Es un hombre solitario que acaba traumatizado después de presenciar la masacre ideada por la compañía bananera en la que mueren 3,000 trabajadores. Se pasa el resto de su vida intentando convencer a las gentes de Macondo de que la matanza ocurrió de verdad.
El olvido de la verdad
Uno de los temas recurrentes de la novela es la facilidad con la que se olvida la historia. Ya sea a causa de una plaga de insomnio, porque la historia está escrita en un tipo de código indescifrable, o debido a que aquellos que son lo suficientemente mayores para recordar son incapaces de comunicarse con aquellos que son lo suficientemente jóvenes para aprender, la memoria histórica de la gente de Macondo se borra constantemente. ¿Sabes qué es lo que dicen de los que se olvidan del pasado? Que están condenados a repetirlo. Y este libro es un claro ejemplo de ello.
Ningún suceso olvidado es tan espantoso como la masacre planificada de los 3,000 trabajadores de la plantación bananera, que lo único que pedían eran mejores condiciones laborales. No solo los asesinan de forma metódica, sino que además amontonan los cuerpos en trenes y los arrojan al mar. (Imagina la gran cantidad de recursos humanos y tiempo que supuso cargar todos esos cadáveres en los vagones. Se trata de una matanza extremadamente bien orquestada.).
Lo más asombroso es que nadie, excepto José Arcadio Segundo, que presenció todo y logró sobrevivir de alguna manera, cree que este hecho tuvo lugar. El gobierno se inventa una gran mentira sobre cómo los trabajadores consiguieron lo que querían y regresaron a sus casas, y todo el mundo en el pueblo se lo cree. Lo que acaba con José Arcadio Segundo no es tanto el trágico acontecimiento en sí (aunque eso de despertarse sobre una montaña de cadáveres sería suficiente para volver loco incluso al más fuerte de los hombres), sino su creciente obsesión por demostrar lo que ocurrió en realidad.