Hassan
Hassan es una persona realmente maravillosa, incluso a pesar de haber vivido situaciones difíciles. De hecho, Hassan la pasa mucho peor que Amir desde el principio. No solo perdió a su madre (como Amir), sino que además esta lo rechaza por completo:
Sanaubar se limitó a echarle una ojeada al bebé que Alí sujetaba en brazos, vio el labio hendido y explotó en una amarga carcajada. No quiso ni coger a Hassan entre sus brazos, y, cinco días después, se marchó. (2.29–30)
Pero Hassan, a diferencia de Amir, es un ser desinteresado y lleno de alegría. Como dice Amir: "Hassan nunca me negaba nada" (2.2), y vemos cómo siempre piensa en el prójimo antes que en sí mismo. Cubre a Amir cuando se meten en problemas, lo defiende cuando reciben amenazas de los abusones del vecindario, y sirve a Amir y a Baba con la benevolencia de un santo.
Pero la piedad de Hassan va más allá. Cuando Amir lo traiciona en el callejón, Hassan mira hacia arriba con resignación. Amir describe su expresión como "[l]a mirada del cordero" (7.133). La habilidad de Hassan para sufrir sin dejarse consumir por la amargura es algo que lo diferencia de Amir. Incluso años después de que Amir lo expulsara de la casa y de perder a su padre a causa de una mina terrestre, Hassan envía cartas a Amir llenas de bondad y nostalgia por el tiempo que compartieron en Kabul. De algún modo, Hassan no parece guardarle rencor. Eso es impensable, ese sentimiento no forma parte de la naturaleza de este personaje.
Puede que Hassan represente la vida de bondad que Amir debería esforzarse por imitar. Sin embargo, Hassan también exaspera a Amir con su afabilidad. Después de que Amir traiciona a Hassan, este sigue sirviendo a su amigo diligentemente. En un momento dado, ambos se trepan al granado y Amir empieza a arrojar granadas a Hassan. Amir lo llama "cobarde" y le ruega: "¡Dame a mí!" (8.88), pero Hassan no contraataca.
No estamos seguros de qué conclusión pretende Hosseini que saquemos del personaje de Hassan. No cabe duda de que lo admiramos. Puede que el autor intente retratar a los hazara y a Afganistán a través de Hassan. Describe una minoría étnica que fue víctima de persecuciones y masacres, y un país invadido injustamente. De ser así, hay algo más que un indicio de martirio en relación al pueblo de Hassan, y el Afganistán de Hosseini.