Estella Havisham

Estella Havisham

Puede que Estella sea hermosa, pero es tan fría como Frozone, congelando los corazones de todos los que la rodean, incluso a su madre adoptiva, la señorita Havisham. Ella es orgullosa y refinada (33.4) de adulta y hermosa y dueña de sí misma de niña (8.25). Por alguna razón, Pip se enamora perdidamente de ella, a pesar de que sea muy, muy malcriada. No han pasado ni cinco minutos de haberlo conocido cuando le dice que tiene manos toscas y botas ordinarias (8.67).

Pero tampoco podemos odiar a Estella. ¿Puedes imaginarte vivir en la casa Satis con una madre que usa su traje de boda todos los días y a quien sólo le importa que crezcas para romper el corazón de los muchachos? ¿Puedes imaginarte tener que lidiar con familiares que solamente quieren el dinero de tu madre? ¿Puedes imaginarte dormir en esa casa en ruinas cada noche, escuchando los lamentos susurrantes de la señorita Havisham y a sus pies arrastrándose silenciosamente por todo el piso de madera?

Sí. Suena horrible. No nos sorprende que diga "nunca he tenido algo tal como ternura" (29.75), y que "no tengo corazón […] aquí no hay dulzura, compasión, sentimiento, tonterías" (29.66-68).

También sabe a quién culpar: a la señorita Havisham. Nunca llegamos a conocer realmente a Estella, lo cual tiene sentido porque estamos dentro de la perspectiva de Pip y ella siempre es inalcanzable, al igual que la estrella por la que le pusieron ese nombre. Pero en un momento pareciera que pierde la cordura con su madre adoptiva y tenemos una idea de lo que sucede dentro de la mente de Estella. La señorita Havisham se molesta con ella por hacerla a un lado y ella le dice que es culpa de la señorita Havisham por haber hecho que no pueda sentir amor:

Do you reproach me for being cold? You? […] I am what you have made me. Take all the praise, take all the blame […] All I possess is freely yours. All that you have given me, is at your command to have again. Beyond that, I have nothing. And if you ask me to give you, what you never gave me, my gratitude and duty cannot do impossibilities. (38.69-77)

Con razón Estella elige por esposo al hombre más perverso, hostil y cruel que pudo. Esta elección tiene algo inherentemente autodestructivo, lo cual hace que no sea tan diferente al autodestructor Pip, al escoger lo único que garantiza hacerla miserable. Tal vez estaban hechos el uno para el otro después de todo.