Otelo

Otelo es el primer hombre negro que protagonista en la literatura occidental, y todavía uno de los más famosos. La obra dramatiza la caída del héroe. Otelo comienza como un hombre noble (es un respetado héroe de guerra, un esposo adorable y un elocuente contador de historias) pero al final de la obra, Otelo se vuelve un marido loco, irracional y violento, celoso de su esposa, a quien mata después de que Yago lo convence de que Desdémona le ha sido infiel.

El estatus de Otelo en Venecia

Otelo es un hombre negro de Sudáfrica que ha recorrido el mundo, ha sido vendido como esclavo, ha escapado y termina como comandante de la milicia veneciana, guardia de un italiano poderoso. El estatus de Otelo en Venecia es bastante complicado, pertenece y, al mismo tiempo, no pertenece a su entorno. Por una parte, es un experimentado líder militar cristiano, que inspira el respeto y la admiración del Duque, del Senado y de varios ciudadanos venecianos. Por otra parte, ser un negro moro y un extranjero lo subyuga al racismo, especialmente por el padre de su esposa, quien cree que el matrimonio interracial de Desdémona solo puede ser el resultado de las pillerías de Otelo (1.2.1).

Miedos y mestizaje

Según Brabancio, Otelo tuvo que haber “encantado” a Desdémona con “viles hechizos” con “pócimas y filtros que embotan los sentidos”. De otra forma, insiste, Desdémona jamás habría caído en “el pecho tiznado” de Otelo (1.2.2). En la obra, el matrimonio de Otelo con Desdémona provoca que algunos personajes se refieran a Otelo como el de “labios gruesos”, el “diablo” o “el viejo carnero negro” que supuestamente contamina a una mujer blanca (Desdémona) con su súper sexualidad. En un punto, Yago sugiere que Otelo es un “demonio” que covertirá a Brabancio en “abuelo” de un bebé negro (como el demonio) (1.1.10).

Buena parte de la crítica literaria ha señalado que la obra parece capturar actitudes bastante comunes (y bastante desagradables) de los siglos XVI y XVII acerca de las parejas interraciales. También podríamos trazar paralelismos entre la obra y las actitudes contemporáneas en Estados Unidos. A continuación, las palabras que el actor Paul Robeson (el actor afroamericano que rompió con las barreras raciales de Broadway al interpretar a Otelo en 1943), dijo con relación a Otelo:

“En la Venecia de aquella época [Otelo] estaba prácticamente en la misma posición que un hombre de color en la América actual [1930]. Era un general, y mientras servía como militar, era tolerado, al igual que un negro que salva a Nueva York del desastre podría convertirse en un gran hombre de la noche a la mañana. Muy pronto, sin embargo, al momento de que Otelo desea una mujer blanca, Desdémona, todo cambia, como si en Nueva York se indignaran si sus hombres negros se casaran con mujeres blancas” (Ver “My Fight for Fame. How Shakespeare Paved My Way to Stardom.” Pearson’s Weekly, Abril 5. 1930. P. 100).

Pareciera que 1930 fue hace mucho tiempo, pero sería un error decir que la obra de Shakespeare y las palabras de Paul Robeson no son relevantes hoy en día. Recientemente, en octubre de 2009, un Juez de Paz blanco en Louisiana se rehusó a casar una pareja interracial (fuente).

La sospecha de Otelo

A pesar del tabú que suponía el matrimonio interracial, Otelo y Desdémona son bastante felices y están enamorados al comienzo de la obra. Entonces ¿qué demonios pasa? ¿Por qué Otelo se convence de que su fiel mujer lo está engañando? Sabemos que Yago manipula a Otelo con sus mentiras acerca de Desdémona, pero Yago nunca le da una respuesta contundente de la “aventura”, lo que sugiere que Otelo es bastante crédulo.

Tenemos un par de ideas de por qué Otelo pueda creer que su esposa es infiel. Algunos críticos literarios sugieren que Otelo cree que todas las mujeres son naturalmente promiscuas. Y ciertamente parece ser el caso cuando dice cosas como que todos los hombres están “destinados” a sufrir los cuernos de la esposa (3.3.42). Otros dicen que Otelo comienza a absorber las actitudes racistas que lo rodean en Venecia. En otras palabras, Otelo comienza a creer que 1) él no es lo suficientemente bueno para Desdémona porque es negro y 2) como negro, su relación con su mujer puede “ensuciarla”, lo que discutimos con más detalles en el tema de “Raza”.

Absorto de sí mismo

Quizá queramos considerar también otra posibilidad, y es que a quien Otelo ama no es a Desdémona, sino a él mismo. Los celos son una emoción intensamente centrada en el individuo, y Otelo pasa buena parte de la obra obsesionado con cómo Desdémona lo ha herido y trata de vengarse de ella por esa razón. Está obsesionado con sus sentimientos, la forma en que su engaño se refleja en él.

La intelectual Marjorie Garber sugiere que la fijación de Otelo consigo mismo comienza mucho antes que Yago entre en su mundo. Señala que la vida interior y personal de Otelo se refleja en su vida externa y profesional. Otelo no puede establecer ninguna atadura entre ellos. La mayoría de la gente quizá no crea, como lo hace Otelo, que un problema en sus vidas personales puede destruir su habilidad de hacer funcionar sus profesiones. Pero en la escena de Otelo con el Senado, está ansioso por asegurar que su matrimonio no interferirá en su carrera. Y cuando Otelo piensa que Desdémona lo ha engañado, su primera reacción es declarar “¡Adiós a penachos marciales y a guerras grandiosas que enaltecen la ambición! […] Otelo ya no tiene ocupación” (3.3.49).

La capacidad destructiva de Otelo, su determinación de castigar a Desdémona por haberlo engañado, está enraizada en la ira que siente porque las acciones inmorales de su mujer lo han perjudicado. Lo que hace que Otelo se enfurezca, nos dice Garber, es que cuando se trata de sí mismo, Otelo es un perfeccionista. Todo esto le sienta bastante mal a Otelo.

Pero demos un paso hacia atrás. ¿Por qué Otelo es un perfeccionista obsesionado consigo mismo? El perfeccionismo peligroso de Otelo puede venir de su posición de extranjero, un hombre negro en una sociedad veneciana perdominantemente blanca. Otelo solo podría haber ascendido a su posición de poder a través de una autodisciplina increíble. Para ser justos con Otelo, debemos considerar cuidadosamente por qué está tan obsesionado con su propia imagen, y por qué Yago lo persuade tan fácilmente de que Desdémona se cansó de él y ahora quiere a otro hombre. En la medida en que estos factores sean el resultado de su estatus de extranjero y los prejuicios que constantemente ha tenido que superar, entonces, quizá podríamos ser menos estrictos con Otelo.