Bertinck es el teniente de la compañía y es un buen tipo. Se preocupa por sus hombres y les permite comer raciones extras cuando Ginger, el cocinero, trata de negárselas.

Bertinck muere salvando su compañía del ataque de los lanzallamas enemigos. Es uno de los pocos ejemplos positivos de autoridad que vemos en la novela.