Las marcas del Miércoles de Ceniza de los 17 Aurelianos
Esta novela está comprometida con la idea del destino. La forma en la que la narración viaja hacia adelante y atrás en el tiempo y los eventos son presagiados una y otra vez, refuerza la idea de que todo lo que ocurre está predestinado a ocurrir.
Esta es una manera muy interesante de evitar la sensación de que el autor está coartando la libertad interpretativa del lector. Piénsalo: normalmente, cuando conoces a un nuevo personaje de un libro, esa figura acaba convirtiéndose en una parte importante de la trama. Sin embargo, en esta novela, la mano del autor es reemplazada por el peso del destino, el cual crea una ingeniosa cortina de humo tras la que el autor puede esconderse.
La marca indeleble del Miércoles de Ceniza en la frente de los 17 Aurelianos que engendró el coronel Aureliano Buendía durante las guerras, es una prueba más de esta insistencia en el destino. En caso de que no lo sepas, la marca del Miércoles de Ceniza es una pequeña cruz de hollín que se traza en la frente. ¿Pero sabes a qué otra cosa se empieza a parecer dicha cruz una vez nos damos cuenta de que no se puede borrar? A la cruz de hilos que se aprecia en el campo de visión de una mira. Estos muchachos se pasean por ahí con dianas en la frente, y todos y cada uno de ellos recibe un balazo justamente en ese lugar.