Hermano Jack
El hermano Jack, nuestro principal contacto con la Hermandad, es un personaje bastante misterioso. Es un tipo blanco, que rápidamente aparece en la vida del narrador y le ofrece un montón de oportunidades de la noche a la mañana: dinero, un trabajo y la posibilidad de representar a su comunidad. Un buen trato, ¿verdad?
Pues te equivocas. Hay muchas, demasiadas condiciones a los beneficios que el narrador obtiene a través de su trabajo en la Hermandad. Échale un vistazo a la carta que Jack le entrega a nuestro narrador:
Hermano: Acepta este consejo de un amigo que te ha estado observando atentamente. No corras tanto. Sigue trabajando para el pueblo, pero recuerda que eres uno de los nuestros, y no olvides que si llegas a ser demasiado importante ellos te derribarán. Eres del Sur, por lo que sabes perfectamente que vives en un mundo dominado por los blancos. Sigue este amistoso consejo y sé prudente a fin de poder continuar tu ayuda a las gentes de color. Ellos no quieren que alcances demasiados éxitos en poco tiempo; si lo haces, te eliminarán. Sé astuto... (18.2–18.3)
El hermano Jack pide al narrador que renuncie a su pasado, se concentre en lo colectivo y que use una ideología y un lenguaje abstractos en sus discursos. A pesar de que se reconoce a favor de la igualdad racial, cuando la Hermandad cambia de objetivos, el hermano Jack está dispuesto a sacrificar la comunidad de Harlem sin pestañar.
Y hablando de ojos... al hermano Jack le falta uno. Su ceguera es una metáfora de la naturaleza defectuosa de su visión.