El anillo de turquesa
Aparentemente, cuando Jessica se escapa para casarse con Lorenzo, no solo se lleva un montón de oro de Shylock, sino que también se roba un anillo de turquesa... que aparentemente es una de las más preciadas posesiones de Shylock.
Cuando Solanio describe la reacción de Shylock ante la fuga de Jessica y el robo de su oro, se burla de Shylock sin piedad imitando su (supuesta) respuesta. "¡Mi hija! ¡Mis ducados! ¡Oh, mi hija huida con un cristiano! ¡Oh mis ducados cristianos!" (2.8.15–16). Este estallido de locura hace que Shylock parezca un tipo inestable y un terrible padre que valora su dinero mucho más que a su hija.
Sin embargo, solo unas escenas más tarde, cuando Shylock habla con su amigo Tubal acerca de que Jessica se robó el anillo, Shakespeare nos muestra otro lado de Shylock:
¡Maldita sea! Me atormentas, Tubal. Era mi turquesa. La adquirí de Leah cuando era mu chacho; no la habría dado por todo un desierto lleno de monos. (3.1.119–122)
Aquí nos enteramos que la difunta esposa de Shylock, Leah (la madre de Jessica) fue quien le había dado el anillo a Shylock. También nos enteramos de que para él tiene mucha importancia no por su valor monetario, sino por el valor sentimental que él le asigna. La angustiada respuesta de Shylock a la noticia de que Jessica cambió el anillo por un mono es conmovedora y muy humana, ¿no te parece?