El dux de Venecia
El dux de Venecia es, pues, el dux de Venecia. Su papel en la obra es defender la ley, razón por la cual Shylock (al menos eso es lo que nos dicen) va corriendo a él después de que Jessica lo deja pelado (2.8) y él quiere cobrar su "libra de carne" de Antonio (3.2).
Como dice Antonio, "el dux no puede impedir a la ley que siga su curso" (3.3.29). Venecia tenía leyes vigentes para proteger a los comerciantes no venecianos que apoyaban al bienestar económico de la ciudad: ("a causa de las garantías comerciales que los extranjeros encuentran cerca de nosotros en Venecia; suspender la ley sería atentar contra la justicia del Estado" [3.3.30–32].) Cuando, por fin, Shakespeare saca a relucir al dux en la escena del gran juicio, este no puede ayudar a Antonio porque el contrato legal de Shylock es firme. Lo mejor que el dux puede hacer es darle una lección a Shylock acerca del valor de la misericordia, lo cual Shylock ignora por completo. Menos mal que Porcia se precipita para salvarlos del desastre.