La luz en la oscuridad. Esta es la imagen a la que se recurre constantemente en Romeo y Julieta. “¡Oh! Para brillar, las antorchas toman ejemplo de su belleza, se destaca de la frente de la noche”, dice Romeo cuando ve por primera vez a Julieta. “Cual el brillante de la negra oreja de un etíope” (1.5.1). Se repiten variaciones en esta imaginería a lo largo de la obra, las imágenes de Julieta como un sol creciente en la oscuridad, de los ojos de Julieta brillando en el cielo, imágenes del cuerpo de Romeo cortado en pequeñas estrellas, del amor de Romeo y Julieta como un rayo luminoso y furioso, etc. Por momentos, la imagen de un rayo de luz desapareciendo en el polvo pareciera simbolizar la brillante fuerza del amor entre Romeo y Julieta, así como también su transitoriedad. La imaginería de la luz y la oscuridad también tiene que ver con el énfasis de la obra en el contraste entre el amor y el odio, la pasión y la muerte.