La cama de tablas
Este mueble es el centro simbólico de Cumbres Borrascosas (tanto de la novela como de la casa), y representa el espacio de dos de los acontecimientos más dramáticos que tienen lugar en la novela. Lockwood describe la cama, ubicada en la habitación que pertenecía a Catalina cuando era niña, de la siguiente forma:
… una enorme caja de roble, con aberturas laterales a manera de ventanillas…y el alféizar de la ventana, contra cuya pared estaba arrimado el lecho, hacía las veces de Mesilla. (3.2)
La "historia del espíritu" se pone en acción durante la traumática noche que Lockwood pasa en la cama de tablas. Antes de sufrir las pesadillas, Lockwood la considera un lugar donde se siente protegido "de la vigilancia de Heathcliff o de otro cualquiera de los habitantes de la casa" (3.3). En este sentido, el lecho simboliza un lugar de protección, seguridad y retiro. Sin embargo, tal como Lockwood lo descubrirá pronto, la cama de tablas también era el lugar de retiro de la joven Catalina, cuyos libros convertía en improvisados diarios cuando se escondía de Hindley unos veinticinco años antes. Lockwood sufre una serie de pesadillas atormentadoras en esa cama, lo cual sugiere que ha transgredido un lugar sagrado. Dado que ese espacio era de Catalina, es sagrado para Heathcliff, quien se enfurece al ver a Lockwood durmiendo en su "santuario".
Los poderes sobrenaturales que rodean al lecho se vuelven más intensos cuando Heathcliff muere en él, tras lo cual la cama se transforma en una especie de símbolo de un ataúd en el cual el protagonista por fin se "reúne" con su amada. Mientras que Lockwood intentó mantener la ventana al lado de la cama cerrada, Heathcliff es hallado muerto con la ventana abierta de par en par, casi como si se hubiera escapado su espíritu. Así pues, la cama representa un límite de protección y un espacio sagrado para Lockwood y Heathcliff, aunque de formas muy distintas.