Gertrudis

La reina Gertrudis es la madre de Hamlet y la esposa del hermano de su esposo muerto, el rey Claudio.

Gertrudis y la ambigüedad

Gertrudis es definitivamente una figura central en la obra; Hamlet pasa mucho tiempo criticando su matrimonio incestuoso con Claudio. Pero su carácter es bastante ambiguo. Antes de la muerte del viejo Hamlet ¿ya tenía una aventura con Claudio? ¿Sabe que Claudio mató a su ex esposo? ¿Por qué es ella quien bebe el vino envenenado que Claudio preparó para su hijo? ¿Sabe que está envenenado o en realidad tiene sed? Como muchas otras cosas en Hamlet, Shakespeare deja estas preguntas sin responder. Pero eso no significa que no podamos intentar obtener las respuestas.

¿Vieja pérfida?

Primero lo primero ¿Gertrudis y Claudio ya estaban ya-saben-qué en ya-saben-dónde antes de que el viejo Hamlet muriera? El Fantasma se refiere a su nuevo esposo como “aquel incestuoso, aquel monstruo adúltero” (1.5.9) acusando entonces a su esposa de adulterio. Todo parece quedar claro ¿no? Pues, no. En los días de Shakespeare, el “adulterio” podría referirse a cualquier pecado sexual (como el incesto), no solo al engaño. Pero si en realidad quieres decir que Gertrudis es una vieja pérfida, asegúrate de leer el énfasis del Fantasma en los “votos” de matrimonio que le hizo a Gertrudis.

¿Asesina?

Siguiente pregunta, por favor. ¿Sabía Gertrudis que su primer esposo fue asesinado por su segundo esposo? De nuevo, podemos decir lo uno o lo otro. Para aquellos que quieran decir que no, querrán notar que el Fantasma nunca acusa a Gertrudis de asesinato en el Acto I, escena IV. También Gertrudis se sorprende bastante cuando Hamlet la acusa de “matar al rey y casarse después con su hermano” (3.4.10). Por otra parte, también podríamos decir que Gertrudis se sorprende porque, bueno, la descubrieron. Elige tú.

¿Madre sacrificada?

Finalmente, ¿Gertrudis sabe que está tomándose una bebida envenenada en el último acto de la obra? Esta pregunta es fácil ¿no? Exacto, de nuevo podemos decir lo uno o lo otro. En la adaptación para el cine de Laurence Olivier, Gertrudis bebe el vino sabiendo, presumiblemente, que está envenenado y lo hace para salvar a su hijo de una muerte segura. (Qué mal que estemos hablando de una tragedia de venganza, nadie sino Horacio, vive después del baño de sangre). Esta lectura hace que Gertrudis sea esa madre sacrificada que Hamlet siempre quiso… ¿o no?

Entonces ¿cuál es el punto de toda esta ambigüedad? Esto nos recuerda que Gertrudis es una figura compleja y que no deberíamos caer en la trampa de simplemente comprar el punto de vista de Hamlet, que la pinta como una mujer “frágil” moralmente (1.2.6).

La sexualidad de Gertrudis

La obsesión de Hamlet con la vida sexual de su madre aparece constantemente en toda la obra, y de alguna manera viene a colorear la forma en que la audiencia ve a Gertrudis. Al principio de la obra, nos enteramos de que el matrimonio “acelerado” e incestuoso de Gertrudis con Claudio ha afectado el mundo de Hamlet, dejándolo con la sensación de que el mundo está contaminado, como un “campo inculto y rudo” y que “solo abunda en frutos groseros y pestilentes” (1.2.6). Su disgusto con Gertrudis también parece extenderse a todas las mujeres, lo que se hace evidente cuando Hamlet insiste en la “¡Fragilidad! ¡Tú tienes nombre de mujer!”. De acuerdo a algunos críticos literarios, Hamlet está más perturbado por la sexualidad de Gertrudis que por la muerte de su padre. Aun así, el Fantasma le avisa a Hamlet: “Pero, de cualquier modo que dirijas la acción, no manches con delito el alma, previniendo ofensas a tu madre. Abandona este cuidado al cielo…” (1.5.9). Hamlet no puede dejar a su madre en paz. De hecho, el Fantasma regresa en un punto para recordarle a Hamlet que no se debe obsesionar con Gertrudis (3.4.1). Deberías de pasarte por las secciones de “Sexo” y “Familia” para ahondar más en este tema.