Horacio

Horacio es el amigo más cercano de Hamlet. A diferencia de Rosencrantz y Guildenstern (o Ricardo y Guillermo, también viejos amigos de Hamlet), la lealtad de Horacio y su sentido común son a prueba de balas en toda la obra; tanto así que es el único confidente de Hamlet. Al final de la obra, su lealtad se aprecia claramente cuando se ofrece a suicidarse (nunca una buena idea) cuando Hamlet está muriendo (5.2.10).

Sobrevivir para contar la historia de Hamlet

Hamlet insiste en que Horacio viva para contar la trágica historia, y así lo hace su amigo. La crítica a menudo dice que el nombre de Horacio es por el término latino “orator” (que significa “orador”), y tiene sentido, ya que Horacio promete poner los cuerpos muertos en “escena” mientras le dice al príncipe Fortinbras y al resto del mundo lo que ocurrió en Elsinor:

“Y allí, con ellos de cuerpo presente, relataré a todos cómo sucedieron tales hechos. Oirán una historia de actos lascivos, sangrientos, contra natura. Sabrán de los errores que cometieron, de los crímenes que perpetraron por malicia y no por ninguna razón válida. Verán el resultado de intrigas malogradas que repercutieron adversamente en los que las planearon. Yo les contaré la verdad de lo sucedido”.

Mmm… interesante. Esto es algo que el dramaturgo de Shakespeare hace ¿no? Preguntarse si esto tiene algo que ver con la obsesión general de la obra, con el funcionamiento del teatro. Lee la sección “Arte y cultura” para más información acerca de esto.

El escepticismo de Horacio

El personaje de Horacio también es característico (aparte de haber sobrevivido al final) por la forma en que es presentado al comienzo de la obra. La primera vez que lo vemos, los guardias lo están llamando, pero ¿por qué? Como dice Marcellus, Horacio es un “universitario” (va a la escuela en Wittenberg con Hamlet), por ello está en posición de juzgar si la aparición es de hecho un fantasma. De acuerdo con Marcellus: “Horacio dice que es aprehensión nuestra, y nada quiere creer de cuanto le he dicho acerca de ese espantoso fantasma”(1.1.5).

Entonces, Horacio parece estar poseído por el escepticismo isabelino ya que duda de la legitimidad de los fantasmas. (Aunque muchos isabelinos creían es espíritus, muchos lo veían como supersticiones y creencias antiguas. Lee la sección de “Religión” para ampliar). Horacio se convence de la legitimidad del espíritu lo suficientemente rápido, pero su escepticismo inicial introduce la primera nota de duda en la obra, duda que perseguirá a nuestro protagonista por varios actos, (recuerda, Hamlet dice que cree que el Fantasma es el espíritu de su padre, pero tarda muchísimo en cumplir las órdenes del Fantasma, la venganza, lo que nos indica duda).