Rosencrantz y Guildenstern
(Ricardo y Guillermo, en algunas traducciones al español)
Análisis de los personajes
Rosencrantz y Guildenstern parecen incapaces de funcionar independientemente, así que son básicamente un mismo personaje. La moralidad de este par no es demasiado sólida que se diga. Rosencrantz y Guildenstern se presentan en Dinamarca como informantes pagados para espiar a sus amigos de la universidad, y son increíblemente aduladores del Rey Claudio. Por suerte son tan incompetentes como deshonestos; Hamlet ni los mira y se burla constantemente de ellos.
Como dice Horacio, parece un poco duro que Hamlet los envíe a morir. Estos personajes funcionan bien como recordatorio del extraño proceso de toma de decisiones de Hamlet. Duda (entendiblemente) de si mata o no a Claudio, quien parece merecer tal fortuna, pero no duda un instante en exterminar a sus amigos quienes, seamos sinceros, probablemente eran un par de estudiantes rebuscando algún dinerito.
Aunque Rosencrantz y Guildenstern mueran antes de que todo el mundo se muera en el Acto V, Shakespeare lo arregla todo para que pareciera que fueron asesinados en el mismo momento en el que todo el mundo está muriendo. Un embajador británico se presenta en la escena final solo para decir “Rosencrantz y Guildenstern” han muerto (5.2.355). Al dramaturgo contemporáneo Tom Stoppard le gustó tanto este parlamento que escribió una obra desde la perspectiva de los dos personajes y la tituló Rosenctrantz y Guildenstern Han Muerto.