Frau Ilsa Hermann
Ilsa Hermann se convierte en una figura muy importante en la vida de Liesel. A lo largo de la novela, Ilsa es un personaje misterioso que ama los albornoces con esvásticas y pantuflas al tono. Más tarde nos enteramos de que está de luto por la muerte de un hijo de unos veintitantos años que perdió la vida en un episodio que involucra alambre de púas y temperaturas bajo cero.
Ilsa conoce a Liesel porque esta la ayuda a Rosa con los pedidos de lavado. Cuando ve a Liesel robar El hombre que se encogía de hombros, Ilsa queda intrigada con la niña y la invita a su biblioteca. Cuando Ilsa deja de utilizar los servicios de Rosa, Liesel comienza a entrar en la biblioteca por la ventana y a robar libros. La conducta provocativa de Liesel impulsa a Ilsa a superar su sufrimiento. Esto le da una razón a Ilsa para tenderle una mano a otro ser humano.
En cierto sentido, Ilsa salva la vida de Liesel cuando la alienta a escribir y le regala un libro en blanco para que lo haga allí. Si Liesel no hubiese estado escribiendo en el sótano la noche del bombardeo a la calle Himmel, quizás hubiese muerto, al igual que su familia y amigos. Al final, Ilsa salva la situación cuando lleva a Liesel a vivir a su casa tras el terrible bombardeo que deja a la joven sola y traumatizada.