Rosa Hubermann
Rosa es la madre adoptiva de Liesel. Cuando la conocemos, no creemos que sea buena para Liesel. Nos pone nerviosos. Y seamos realistas. Rosa nos parece un tanto abusadora con sus cucharas de madera y con sus constantes regaños y críticas.
Pero cuando Max entra en escena, nosotros, y Liesel también, vemos un costado diferente. Ella es siempre amable con Max y cree con firmeza que esconderlo es lo correcto. Rosa comparte con él su comida, su amor y todo lo que tiene para ofrecer. Ayudar a cuidar a Max y ver el sufrimiento del muchacho produce un cambio rotundo en ella, en especial, en términos de su relación con Liesel.
Al final, el maltrato de Rosa cesa, aunque continúa utilizando un lenguaje soez, al igual que Hans, Liesel, Rudy y el resto. A pesar de que nunca podrá estar a la altura de los que Hans representa para Liesel, Rosa se vuelve una persona muy querida. Rosa pasa de ser una madre adoptiva malvada a una madre consoladora, e incluso un ejemplo.