José es un santurrón que anda siempre juzgando a los demás: un verdadero dolor de cabeza. Es sirviente en Cumbres Borrascas, pero según parece, no le gusta trabajar en serio. En realidad no le cae bien a nadie, aunque siempre aparece en el fondo profiriendo todo tipo de maldiciones y amenazas religiosas, muchas de las cuales cuesta entender dado su fuerte acento de Yorkshire. Además, deja una muy mala impresión de la religión: no pareciera llevar una vida muy compasiva, es cruel y mojigato y sus estrictos juicios según los cuales se van a ir todos al infierno no resultan una alternativa atractiva a la belleza mística de lo sobrenatural que tanto les llama la atención a Catalina y a Heathcliff. Al único al que trata bien es a Hareton, probablemente porque sabe que algún día será el amo de Cumbres.