Rosamond Oliver es la mujer joven y hermosa de quien st. John está no tan secretamente enamorado, pero él considera que el casarse con ella es imposible porque ella no sería una esposa adecuada para un misionero. Sospechamos que él también disfruta de torturarse a él mismo al negar su pasión por ella. Por algún tiempo, Rosamond parece desear que st. John le proponga matrimonio, pero al final decide ser práctica, se rinde y se casa con alguien más. Realmente, no podemos culparla por eso.