Jean Louise Finch (Scout)

Jean Louise Finch (Scout)

La honra de Scout

Scout puede ser o no amorosa, pero definitivamente es una guerrera. Al principio de la novela, pelear es su solución para todo: va a por Walter Cunningham después de que este la metiera en problemas el primer día de clases, golpea a Dill cuando cree que no le está prestando suficiente atención, y patea (donde más duele) a un miembro de la turba cuando atrapa a Jem. No es de extrañar que, cuando la noticia de que Atticus defenderá el caso de Tom Robinson se filtra en la escuela, Scout responda con los puños a los desagradables insultos de los niños.

Pero, ¿a qué se debe su temperamento explosivo? Bueno, en primer lugar, parece que gana las peleas la mayoría de las veces, así que es una técnica que le da buenos resultados. En segundo lugar, si la fuerza hace el derecho, no tiene que preocuparse por la tarea más difícil de esforzarse por conocer la rectitud moral: la rectitud pertenece al mejor luchador. Las peleas de Scout muestran su mal temperamento y su falta de autocontrol, pero también sugieren que es un poco simple cuando se trata de asuntos morales. Quiere soluciones rápidas para situaciones complicadas. (Para ser justos, debemos decir que tiene seis años).

Mientras que Scout no ve problema alguno en enfrentarse a las situaciones empleando las técnicas de Mortal Kombat, Atticus piensa de otra manera, y le dice que deje de pelear. Scout se queja, pero logra controlarse al menos de vez en cuando, empezando por su compañera de clases Cecil Jacobs.

I drew a bead on him, remembered what Atticus had said, then dropped my fists and walked away, "Scout's a cow- ward!" ringing in my ears. It was the first time I ever walked away from a fight.

Somehow, if I fought Cecil I would let Atticus down. Atticus so rarely asked Jem and me to do something for him, I could take being called a coward for him. I felt extremely noble for having remembered, and remained noble for three weeks. (9.30-31)

Lección #1: se siente bien la superioridad moral. Lección #2, que viene después: hay más razones por no pelearse que obedecer los deseos de Atticus y sentirse noble. Aun así, todavía tiene unas excepciones personales: "I would fight anyone from a third cousin upwards tooth and nail" (10.6).

Bueno, tiene que haber un límite en algún lado.

Las muchachas mandan

Como puedes imaginar, Scout no tiene mucho interés en cosas estereotípicas de niñas, como las muñecas y los vestidos. Su naturaleza de muchacha poco femenina vuelve loca a su recatada tía Alexandra, que viene a quedarse con su hermano y su familia, en parte para tratar de hacer de Scout una muchachita correcta. Primera tarea: dejar de usar overoles.

Aunt Alexandra was fanatical on the subject of my attire. I could not possibly hope to be a lady if I wore breeches; when I said I could do nothing in a dress, she said I wasn't supposed to be doing things that required pants. Aunt Alexandra's vision of my deportment involved playing with small stoves, tea sets, and wearing the Add-A-Pearl necklace she gave me when I was born; furthermore, I should be a ray of sunshine in my father's lonely life. (9.74)

Scout se toma la campaña de su tía en contra de sus pantalones como un atentado a su libertad, y no parece estar muy lejos de la realidad. Para Scout, ser un proyecto de señorita significa renunciar a todas las cosas que le gusta hacer y remplazarlas con lo que otros esperan que ella haga, y no está dispuesta. "I felt the starched walls of a pink cotton penitentiary closing in on me, and for the second time in my life I thought of running away" (17.24).

Aunque Scout no renuncia a sus costumbres poco femeninas, reconoce que ser una señorita tiene sus atractivos. Cuando la tía Alexandra se pone una máscara para volver a su fiesta de té tras enterarse de la muerte de Tom, Scout se enorgullece de seguir su ejemplo: "After all, if Aunty could be a lady at a time like this, so could I" (24.93). Aunque no se siente cómoda con las reglas que las señoritas deben seguir y las habilidades que deben cultivar, Scout sí que adopta los ejemplos de las mujeres fuertes que forman parte de su vida (no solamente la formidable tía Alexandra, sino también su sensata vecina de lengua afilada, la Srta. Maudie), para hacer de algún modo las paces con su propio género.

¡Boo!

Puede que Jem y Dill digan que tienen miedo de Boo, pero son mayores: les gusta ponerse a prueba tratando de hacer contacto indirecto con Boo. A Scout no. Ella se queda atrás, aterrorizada por la idea de atraer la ira del monstruo sobre ellos. Cuando sí se deja llevar por los planes de los muchachos, lo paga con noches en vela.

Every night-sound I heard from my cot on the back porch was magnified three-fold; every scratch of feet on gravel was Boo Radley seeking revenge, every passing Negro laughing in the night was Boo Radley loose and after us; insects splashing against the screen were Boo Radley's insane fingers picking the wire to pieces; the chinaberry trees were malignant, hovering, alive. (6.84)

En la mente de Scout, el mundo entero se convierte en un peligro, cada sonido es una señal de alguna amenaza. Más adelante Scout casi se desmaya cuando se da cuenta de que fue Boo quien le trajo la cobija, como si se hubiera dado cuenta de haber estado caminando al borde de un precipicio en la oscuridad y hubiera sobrevivido de milagro. Sin duda, esto se debe en parte al miedo que tienen todos los niños del monstruo que se oculta debajo de la cama. (Y no de estos monstruos). Pero también parece estar relacionado con el temor de Scout de que pudieran existir peligros desconocidos acechando lo conocido, como el amenazante racismo que hierve bajo la superficie de Maycomb.

A medida que el tiempo pasa y Scout se enfrenta a amenazas más reales, Boo deja de parecer tan siniestro. Merodea por su imaginación no como un monstruo, sino como un vecino, que le resulta familiar aunque nunca lo haya visto siquiera.

But I still looked for him each time I went by. Maybe someday we would see him. I imagined how it would be: when it happened, he'd just be sitting in the swing when I came along. "Hidy do, Mr. Arthur," I would say, as if I had said it every afternoon of my life. "Evening, Jean Louise," he would say, as if he had said it every afternoon of my life, "right pretty spell we're having, isn't it?" "Yes sir, right pretty," I would say, and go on. It was only a fantasy. (26.5-6)

Este cambio refleja, por desgracia, la mayor experiencia de Scout; ahora que conoce el alcance y la talla de Bob Ewell, el pobre Boo ya no da muchos escalofríos. Después de haber enfrentado la maldad de una persona real, no puede asustarse por un ermitaño aparentemente inofensivo. O quizás el cambio en su manera de ver a Boo tenga que ver con los cambios en cuanto al concepto de comunidad y lo que son los buenos vecinos a consecuencia del juicio.

El buen vecino

Cuando Scout finalmente conoce a Boo, ha crecido tanto que podría reprenderse a sí misma:

Neighbors bring food with death and flowers with sickness and little things in between. Boo was our neighbor. He gave us two soap dolls, a broken watch and chain, a pair of good-luck pennies, and our lives. But neighbors give in return. We never put back into the tree what we took out of it: we had given him nothing, and it made me sad. (31.23)

En otras palabras, ver a Boo hace que Scout se vea, a sí misma, de una manera diferente. Y no está contenta con ello. Puede que Atticus hubiera estado en lo cierto al asegurar que ponerse en los zapatos de otra persona te permite entenderla mejor; pero olvidó mencionar que quizás también te permita entenderte a ti mismo un poco mejor.

Puede que Scout esté exagerando un poco al pensar, "as I made my way home, I thought Jem and I would get grown but there wasn't much else left for us to learn, except possibly algebra" (31.31). (¿Como cálculo, por ejemplo? ) Pero sin duda ha aprendido mucho, no solamente esta tarde, sino a lo largo de los cuatro años que pasan en el libro. La pregunta es, ¿qué hará con lo aprendido? ¿En qué clase de persona se convertirá?