Walter tiene la misma edad que Jem, pero continúa en la clase de Scout en la escuela. (En otras palabras, casi tiene 10 años y se sienta con los niños de primer grado. Por supuesto, muchos de ellos están repitiendo el grado también, entonces probablemente no se sienta tan fuera de lugar).

El primer día de escuela en primer grado, Walter no tiene zapatos ni almuerzo, pero está muy claro que se encuentra un paso por delante de Burris Ewell porque al menos Walter tiene ropa limpia. Scout trata de contarle a la profesora que Walter no tiene comida y que se niega a aceptar un préstamo, ya que el propio Walter no puede o no quiere contárselo. Para la señorita Caroline, la situación de Walter (que sea demasiado pobre para devolverlo) es simplemente incomprensible. Sin duda, la capacidad de entendimiento de Scout también se acaba cuando Walter le echa melaza a su almuerzo en casa de la familia Finch. Por suerte, Cal está ahí para decirle que no porque alguien sea diferente tenemos derecho a juzgarlo. Sin duda, recibe otra lección cuando quiere jugar con Walter pero su tía Alexandra echa por tierra la idea porque los Cunningham, a su parecer, son basura. Walter, como miembro de la familia Cunningham y de la edad de Scout, le sirve de puerta de entrada al complejo mundo de las relaciones entre distintas las clases de blancos de Maycomb.